Las naturalezas muertas no son de su preferencia porque son escasas con relación a otros temas, sin embargo pinta algunas notables.
Las compone con flores o frutas y algún otro elemento. Hay en ellas todo el encanto que éste buen colorista de sensibilidad tan fina, puede darles. Entre ellas se puede mencionar Flores y frutas, que envía al Salón Nacional, por ser tal vez la más completa, un jarrón con una rama de hojas grandes, algunas flores, un ananá sobre la mesa y otras frutas, un fondo profundo de tonos bajos, donde se alcanza a ver, a través de una puerta, una mesa.
La técnica se mantiene en estos temas, de suave modelado por pinceladas pequeñas, sin contrastes de luces y sombras, que reduce al mínimo. Toques sueltos y evidentes para el resto, paños, paisaje, árbol, etc.
Cuando se traslada a Mendoza no desdeña el motivo de naturaleza y las resuelve especialmente con flores. En estos cuadros es donde más manifesta su libertad en cuanto a la técnica, en algunos se observa una textura muy interesante, lograda por raspado que no se aprecian en otros temas.